EL CONOCIMIENTO DE LA MATERIA Y SU TRANSFORMACIÓN EN LAS CULTURAS ARCAICAS Y CLÁSICAS

Cultura arcaica egipcia

• En el Egipto arcaico alcanzó un notable desarrollo la obtención de colorantes minerales y vegetales, de colas, ceras y barnices. Ello se refleja en un bajorrelieve del Imperio Nuevo procedente del templo de Kalabsa, en la frontera meridional del Alto Egipto, cuyos colores se han conservado durante más de tres mil años. El análisis quimico ha demostrado que el rojo se obtuvo con limonita arcillosa quemada, el amarillo con ocre terroso compuesto por óxidos de hierro hidratados, el azul a partir de óxido de cobre y el verde, mezclando el amarillo y el azul.

Desde el tercer milenio antes de C., los egipcios explotaron los minerales auríferos, principalmente los de los yacimientos del norte de Nubia. La obtención de oro a partir de ellos se representa en una pintura mural de una tumba del siglo XV anterior a nuestra era. Los minerales se pulverizaban en morteros y molinos de piedra o pisoteándolos. Se lavaban y se colocaban en crisoles poco profundos sobre hornos de fundición, cuyo fuego atizaban esclavos mediante fuelles. Se añadía sal y plomo, eliminándose los residuos de plata al formarse cloruro argéntico que, junto al plomo, constituía las escorias. A los cinco días, el crisol se sacaba del fuego y el oro fundido se vertía en pequeñas vasijas en las que se enfriaba y solidificaba.

Cultura clásica china

• La extraordinaria fecundidad técnica de la cultura clásica china ha motivado que sea llamada "cuna de los grandes descubrimientos de la humanidad". En la invención de la pólvora, mezclando salitre, azufre y carbón, se distinguen dos grandes etapas: a mediados del siglo IX se obtuvo pólvora "deflagrativa", que ardía con una combustión repentina, y dos centurias después, pólvora explosiva. A partir del XIII, el ejército chino utilizó cañones como el que aparece en un grabado del tratado de artillería de Ching Yü (1412), que lanzaban proyectiles esféricos de hierro fundido.

En el siglo I se fabricaba ya en China porcelana mediante el procedimiento de cocer caolín a unos 1.280 grados, consiguiendo por vitrificación un barniz traslúcido y totalmente impermeable. En una pintura de un atlas de la época de la dinastía Ch’ing (finales del siglo XVIII) aparecen los hornos tradicionales en los que se fabricaba.

La destilación del alcohol es otra técnica de invención china, expuesta en diversos tratados a partir del siglo VII, que fue después asimilada por el mundo islámico y el europeo. Una pintura del mismo atlas antes citado (finales del siglo XVIII) representa un alambique, en cuya base hay un horno alimentado con leña; en su interior hay un depósito de enfriamiento o condensador, al que llega agua fría a través de una tubería central; en la parte inferior izquierda, un tubo lleva la sustancia destilada a un recipiente.

Los importantes avances que la metalurgia china consiguió en fechas muy tempranas pueden ejemplificarse en el pleno desarrollo de la copelación a comienzos de la época de la dinastía Han (siglo III antes de C.), como procedimiento para el refino del oro y la plata, mediante su aleación con plomo y la oxidación posterior del plomo fundido para separarlo del metal precioso.


Horno de licuación para la separación de la plata del cobre por el plomo, seguido de la copelación de éste, según una lámina del tratado de Sung Ying-Hsing (1637).

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